Las prácticas en los mismos ambientes de aprendizaje del centro de Diseño son su mayor fortaleza. Varias mujeres demuestran notable desempeño en este programa de formación. Subdirectora del centro de Diseño destaca la labor de aprendices e instructor.
Acercar a los aprendices del SENA al mundo real es una de las tareas que promueve el programa de Tecnología de Mantenimiento Eléctrico Industrial para garantizar el éxito de ellos en su etapa productiva.
Para el instructor Javier Echeverry su experiencia de más de 15 años y la formación por proyectos que se imparte en el SENA permite que, además del conocimiento, se adquieran competencias que son aplicables en las empresas, los centros comerciales, la industria con base en las prácticas que ellos realizan en sus mismos ambientes de aprendizaje.
“Lo que se busca es que cuando salga a la etapa productiva se sienta familiarizado con las mismas funciones que les toca desempeñar en la empresa, que no sienten temor y que lleven mucho bagaje”, explicó Javier Echeverry.
Estos procesos formativos han sido muy bien acogidos por el sector empresarial y por los mismos aprendices que como Renzo Hincapié Vera considera que con lo aprendido en el SENA se siente capaz de trabajar en cualquier sitio donde se requieran sus conocimientos sobre electricidad.
Por su parte, una de las mujeres que se forma como Tecnóloga de Mantenimiento Eléctrico Industrial, Paula Andrea Wilches Tobón afirma que tiene muchas expectativas en su vida laboral y que no se siente discriminada porque “toca demostrar que las mujeres tienen las mismas capacidades y que ellas no se forman únicamente en áreas administrativas porque lo mío es la electricidad”.
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