Hasta el cerro de Montezuma del municipio de Pueblo Rico, exactamente en la vereda Montebello, jurisdicción del Parque Nacional Natural Tatamá, donde hasta hace pocos años no podía ingresar ninguna persona debido a las continuas alteraciones de orden público, el SENA Risaralda apoya las iniciativas empresariales de dos aprendices del programa Técnico en Guianza turística.
De este programa de formación hacen parte otros 20 aprendices del municipio de Pueblo Rico quienes abordan en su etapa productiva ideas de negocio relacionadas con artesanías, alojamiento, camping y operación turística.
Según explicó el instructor César Augusto Ángel Valencia al cerro Montezuma se llega luego de dos horas de camino a pié y 40 minutos en carro desde la cabecera municipal y allí los aprendices del SENA Jausman Sthid Tapasco y Leopoldina Tapasco, prestan el servicio de guianza para la observación de aves endémicas –exclusivas de dicha región- en cuya experiencia han atendido a turistas de Alemania, Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, como ocurrió entre los dos últimos meses del año pasado en que la región fue visitada por 64 colombianos y 32 extranjeros.
Este proyecto se denomina “aves de las nubes - rain forest & cloud forest”, y es un producto de observación de aves debido a su alto nivel de endemismo y calidad del entorno natural, donde estos aprendices ya están atendiendo turismo internacional con un alto nivel de motivación alrededor de la rareza y singularidad de las especies de aves que allí se encuentran, lo cual es muy atractivo para ese tipo de mercados’ agrega entusiasmado Ángel Valencia.
Jausman Sthid y Leopoldina Tapasco se han convertido en guías experimentados que ayudan a identificar las aves por la forma, los colores y por el reconocimiento de sus llamados. ‘El caso de ellos dos es especial por el ánimo y empuje con el cual avanzan en una propuesta que es compleja de construir, no sólo por lo alejado del destino si no también por el nivel técnico de la oferta turística’ asevera el instructor.
‘La idea es que el turismo de observación de aves sea establecido como un sector de clase mundial y estamos haciendo los trámites ante Proexport para que así sea y podamos compensar el esfuerzo de los aprendices que han vencido muchos obstáculos y del SENA que sostiene este programa de formación que tiene una duración de dos años’ manifestó el instructor César Augusto Ángel Valencia.
El cerro Montezuma lugar ideal para disfrutar de la experiencia de observación de aves en la selva alto andina, donde los andes se unen con el Choco Biogeográfico, con un poco más de 200 especies de aves, comienza a ser reconocido entre los observadores de aves como uno de los sitios más biodiversos del planeta, encontrando 11 endemismos de la cordillera occidental, 9 endemismos de Colombia, 14 especies de aves casi endémicas.
El testimonio de Andrea Borras Manager General de la empresa colombiana Manakin Nature Tours lo dice todo: ‘Este sitio ha sido uno de los lugares más increíbles que he visitado. Conocí hermosas aves y como dicen muchos, es uno de los mejores pajareaderos de Colombia y por que no del mundo’